Todos van al gimnasio por algo, de ello no hay duda: recreación, bajar de peso, ganar masa muscular, o simplemente por hacer algo, el hecho es que nuestra estancia allí debe ser de lo más efectiva posible y no recurrir a excusas para hacer algo nuevo o en efecto dejar de hacer algo porque no se ven los resultados que se querían.
Conseguir una meta es lo básico en la vida de cualquier persona, por más ínfima que esta sea, y cuando se está en el gimnasio, a veces cometemos errores que son la respuesta a ese millón de “porqués” que rondan nuestra cabeza cuando nada sale como lo esperamos.
Ir con el estómago vacío: Este es quizás uno de los errores más comunes a la hora de entrenar, y es que no importa si eres de actitud matutina o vespertina, siempre debes haber comido algo, antes de comenzar a entrenar, ya que esto ayudara a tu organismo a hacer todo lo que debe, en otras palabras: tu organismo se activara.
Cansar a tu cerebro y acostumbrar a tu cuerpo: Si llegas el lunes a hacer cardio a las 8 de la mañana, y al día siguiente haces la misma cantidad de cardio, así hasta llegar al viernes, no vas a lograr demasiado, porque tu cuerpo se moldeará de acuerdo a lo que hagas y cuando lo haces demasiado, terminará por acostumbrarse. Igual pasa con tu cerebro: cuando repites, te cansarás más fácilmente e incluso adquirirás tendencias al abandono.
Ser flojo: Si bien el ejercicio y el aumento de este debe ser gradual y reciproco con los resultados, muchas personas se quedan solo con el hecho de levantar mancuernas y pesas con anillos de peso ínfimo. Generalmente deberás sentir cierto cansancio al cabo de 15 minutos de ejercicio de calidad, pero si llegas a los 20 minutos o más, quiere decir que no estás haciendo nada.
No avanzar: Quizás hiciste tu rutina con tu entrenador y te asesoraste de un nutricionista para crear tu dieta ideal, más sin embargo ya llevas más de 60 días haciendo todo lo que decía tu rutina, y a pesar de que al principio notabas los cambios, ahora no ves ningún avance, ello se debe a que las rutinas deben valorarse al cabo de 2 meses para saber que hacer o qué cambiar o si en efecto se debe renovar por lo completo.
No te estanques, ni pienses en soluciones milagrosas, siempre ten presente que el deporte es una constante evolución de tus habilidades.