El tiempo de ocio de las personas alrededor del mundo se ve seriamente reducido por cuenta de la agitación, de los compromisos necesarios para crecer en el ámbito profesional y personal. Es por ello que muchas parejas se han visto en la tarea de hallar tácticas para disfrutar de esos pocos espacios que quedan como saldo de la rutina, por lo cual hacer ejercicio en la mañana o en la tarde ha significado una ganancia y más que ello una tendencia que se extiende alrededor del mundo.
Las parejas tratan de hacer crecer una relación y fortalecerla y disponen de actividades de esparcimiento como visitas a museos, cinemas y demás. Pero el ejercicio trae un beneficio que es compartido: el bienestar que produce.
Podríamos también rescatar la motivación y tiene un sentido muy profundo: cuando uno de los dos no está completamente seguro de salir a trotar o practicar un deporte, el otro puede ejercer el efecto estimulante sobre su pareja y ayudarlo a retomar el camino, esto recíprocamente evitará los abandonos tempranos de la práctica y el la extensión de la misma.
Psicológicamente está probado que con esta actividad la pareja crea conexiones más estables porque aparte de la atracción y el cariño, estarán encaminados a crear un objetivo en común y a superasen juntos. Facilita además la creación de espacios propicios para la conversación de otras temáticas de su vida en personal y al estar completamente dispuestos y relajados, todo será más entendible y la resolución será dada por ambos.
Para aprovechar mejor las bondades de la compañía de tu pareja, no lo veas como un rival, sino como alguien que te quiere y que también tiene un fin con el ejercicio. Ayúdalo, compártele tus temores y aliéntalo igualmente cuando piense que está desfalleciendo y desea abandonar. Monitorea sus avances y felicítalo por sus nuevos logros.