Muchas veces y además por muchos años, se nos ha vendido la idea de que las grasas son las principales responsables de la obesidad en la población mundial y hay algunas cosas que debes saber de ellas para no caer en un error. Si bien las grasas tienen mucho que ver con los aumentos exagerados de peso, también es cierto que estás son esenciales para el debido funcionamiento del cuerpo humano, hecho que se encuentra comprobado por varios estudios médicos, el tema está en saberlas escoger.
Aguacate: Es un fruto delicioso al que lo han apodado como “banquete de los dioses”, puesto que su sabor es suave, es maleable y se puede digerir rápidamente. No contiene tanta grasa como se cree, pues en 100gr de producto, solo hallamos 15 gramos de grasa, lo que quiere decir que fácilmente con un aguacate de vez en cuando, encontraremos el punto exacto de ingesta de grasas. Es un alimento que se puede usar fácilmente en preparaciones como ensaladas o en ya popular guacamole.
Frutos secos: Quizás lo has escuchado y tienen razón en lo que dicen, los frutos secos son ricos en grasas, pero tampoco de una forma exagerada como nos lo dicen. En frutos como las nueces en cualquiera de sus variedades, se pueden hallar niveles de 21gramos por cada 100gramos de nueces, pero consideremos que ninguna nuez sobrepasa los 4 gramos, por lo cual un puñado es suficiente. También son buenas opciones los pistachos y avellanas que generalmente se utilizan en cremas y como parte de alimentos como cereales.
Semillas: Finalmente hallamos las semillas como un buen alimento. Se trata por ejemplo de semillas como las de girasol, calabaza o sésamo que tienen un excelente contenido de grasas saludables y que se pueden consumir en forma de salsas.
Ya lo sabemos, las grasas no son malas, solo hay que saberlas elegir.